Queridos
la concesión ayer del Premio Nacional de Periodismo Cultural 2013 a Antón Castro fue una enorme alegría personal. Por el amigo, por el periodista y por el escritor. Antón posee una amplísima trayectoria de complicidad, generosidad y apoyo con la cultura: Lo hace diariamente con su trabajo en medios de comunicación, en su labor en internet, en cada charla que se puede tener con él. Siempre hay un escritor, un fotógrafo. Un libro. Una película. Este modo de sentir lo cultural se refleja en todo el empuje que ha recibido Páginas de Espuma de su mano, en papel, en píxel, en imagen. Muchos, muchísimos son los autores que ha entrevistado. Siempre había un hueco. Siempre un esfuerzo para que, en nuestro caso, la literatura de otros fuera visible entre los lectores. Este verano estuve varias semanas en Zaragoza y coincidimos en diferentes oportunidades. No se necesitan excusas: una cena improvisada con Eva y Félix, de Portadores de Sueños, Ismael Grasa y Eva Puyó, su hijo Daniel… Alguna triste, como la despedida a Javier Tomeo en Quicena, donde fuimos en su coche en un viaje, sin embargo, alegre, conversador, lleno de anécdotas, recuerdos y revelaciones. Un verano me hizo recordar en la última entrevista que me hizo (aquí).
Sin embargo, Antón es mucho más que todo lo que podamos describir de su labor. Ayer entrevistó a Juan Jacinto Muñoz Rengel en heraldo.es (aquí) y le mandé un SMS para saber si iba a salir en papel la entrevista. Yo no lo sabía, pero él ya era Premio Nacional de Periodismo Cultural. Y él contestó, veloz: «Algo haremos». Entre esas dos palabras se sitúa Antón. Siempre haremos algo con él. Enhorabuena.
Gracias amiguito.
Juan
