https://cadenaser.com/nacional/2025/10/13/hay-meses-muy-lamentables-dos-jovenes-autoras-denuncian-la-precariedad-de-vivir-de-la-escritura-en-espana-cadena-ser/
Irene Reyes-Noguerol y Sara Barquinero, dos de las voces más prometedoras de la literatura española, relatan la precariedad de vivir de la escritura
En el Día de las Escritoras, La Ventana de los Libros reunió a Irene Reyes-Noguerol y Sara Barquinero, dos autoras menores de 35 años que han conseguido hacerse un hueco en el panorama literario español. Reyes-Noguerol, profesora de Lengua y Literatura en un instituto público de Sevilla, publicó el año pasado Alcaravea, un libro de relatos editado por Páginas de Espuma. Barquinero, doctora en Filosofía, firmó Los escorpiones, una novela de más de 800 páginas publicada por Lumen.
Ambas han recibido elogios de la crítica y han sido incluidas en las listas de los mejores libros del año. Sin embargo, el reconocimiento no se traduce necesariamente en estabilidad económica. «Hay meses muy lamentables», confesó Barquinero, que trabaja como autónoma y depende de encargos puntuales. «Ahora estoy como asistente de guion y está bien pagado, pero en agosto estuve mano sobre mano, y no por decisión propia», explicó.
Reyes-Noguerol, por su parte, compagina la escritura con la docencia, una combinación que no siempre es fácil de sostener. «El curso pasado, con la promoción intensa del libro, tuve que coger dos semanas de baja por ansiedad. Son dos oficios muy exigentes», relató. Aunque disfruta de enseñar, reconoce que la carga de trabajo es alta y que vivir solo de la escritura es, a día de hoy, inviable: «Cuando la gente me dice que ya podría retirarme de la enseñanza para dedicarme solo a escribir, pienso: está complicado, la verdad».
A pesar de las dificultades, ambas mantienen intacta su pasión por la literatura. Reyes-Noguerol, que ha pasado por pequeñas editoriales antes de publicar con Páginas de Espuma, se mostró agradecida por la acogida de Alcaravea. Barquinero, que impartirá un curso de escritura de terror contemporáneo, sigue explorando nuevas formas de narrar la tristeza y la soledad contemporáneas.
El oficio de escribir, concluyen, sigue siendo una vocación que exige entrega, pero también una estructura que permita sostenerla. Porque, como comentaron: el talento y el esfuerzo no siempre bastan para llenar la nevera.
