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FUENTE: https://librotea.com/estanterias/clara-obligado-recomienda-libros-ternura-enorme
Clara Obligado recomienda libros de una ternura enorme
La escritora argentina, que vive en España desde 1976, ha sido pionera en diversos campos de la literatura. Hoy, presenta su libro «Tres maneras de decir adiós».
Clara Obligado llegó a España en 1976 como exiliada política de la dictadura militar argentina. Licenciada en Literatura, es pionera en los talleres de Escritura Creativa en España, colaborando con universidades y de forma independiente.
Ha ganado premios como el Femenino Lumen por La hija de Marx (1996) y el Juan March Cencillo por Petrarca para viajeros (2015). Con Páginas de Espuma ha publicado las antologías emblemáticas como Por favor, sea breve 1 y 2, y El libro de los viajes equivocados (Premio Setenil 2012). Este año promueve su libro de relatos Tres maneras de decir adiós, con el que llegó a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Aquí nos habla al respecto y nos recomienda libros de una ternura enorme.
La historia de tres mujeres
A decir de Clara Obligado, Tres maneras de decir adiós es un libro «algo peculiar, no tan convencional, con tres historias largas sobre tres mujeres que atraviesan despedidas. Son relatos que se entrelazan, de manera que el lector puede percibirlo tanto como un libro de cuentos como una novela».
En entrevista para Librotea en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en donde lo presentó, comparte lo siguiente:
¿Cómo es la estructura de este libro?
Para mí, la literatura es, esencialmente, un juego verbal y estructural. No se trata solo de contar una historia, sino de cómo se cuenta. Estas son tres historias en las que mujeres, en diferentes contextos y formas, enfrentan despedidas. Cada cuento tiene una estructura distinta: el primero es un diario; el segundo, la historia de una mujer de mi edad con un novio de 80 años, un relato de amor que incluye a sus hijos y nietos; y el tercero es una distopía protagonizada por la nieta de esa mujer, quien vive otra experiencia única. Me gusta este enfoque porque permite al lector entrar en el texto e interpretar conmigo lo que estoy narrando.
¿Qué significa poder publicar este libro?
Una de las cosas que valoro profundamente es tener una editorial que me respalde y me dé libertad para experimentar, algo que no todos los escritores pueden disfrutar. He trabajado con Páginas de Espuma desde mi primer libro con ellos y este debe ser el quinto o sexto. Siempre he tenido el apoyo para desarrollar mi trabajo, lo cual es un lujo para un escritor. Es una relación basada en diálogo y lógica, pero con mucho margen para avanzar creativamente.
¿Qué ha significado para ti ser mujer en la literatura?
Siempre he escrito lo que he querido y he investigado profundamente sobre lo que significa ser mujer. Creo que una mujer que no reflexiona sobre su condición está perdida. Aunque se ha avanzado mucho, ser mujer sigue siendo una posición particular que requiere defensa en un mundo complejo. En mi generación, los hombres ocupaban todo el espacio: los premios, los primeros lugares, las listas. En la universidad, nos relegaban a un pequeño capítulo de «literatura escrita por mujeres«. Hoy en día, la situación ha cambiado, y es más fácil encontrar escritoras jóvenes interesantes, aunque aún hay trabajo por hacer para asegurar una igualdad real, especialmente para las mujeres mayores de 50 años.
Una pionera única
Además de la escritura, Clara ha sido pionera en varias áreas: talleres literarios, cuentística, microficción y como mujer trabajadora.
¿Qué recuerdas de los talleres literario que comenzaste a hacer hace décadas?
En España, introduje los talleres de escritura creativa, algo común en América Latina pero novedoso aquí. Esto generó debates absurdos sobre si la escritura podía enseñarse o no. Creo firmemente que aprender cualquier arte no garantiza que seas artista, pero ayuda muchísimo. Encontrar comunidades afines es clave para el desarrollo creativo.
¿Y cómo ha sido tu labor en la microficción?
He hecho dos antologías, México es un país pionero en este tipo de literatura. Cuando compilé Por favor, sea breve para Páginas de Espuma, tuve que moderarme para no incluir demasiados autores mexicanos, porque son excelentes. Me considero una escritora «degenerada», ya que he trabajado casi todos los géneros: ensayo, cuento, pero nunca poesía ni teatro. Mis libros son muy variados porque me aburre repetir fórmulas.
También has defendido la lengua materna e incluso el acento materno.
El idioma también es un tema importante para mí. Aunque hablo argentino, escribo en castellano peninsular. Tener más de una lengua es una riqueza y un desafío, porque supone perder algo de la lengua natal, pero también enriquecer la lengua en la que se escribe. Defiendo el mestizaje del castellano e incorporar lenguas originarias para ampliar nuestro horizonte cultural. Matar una lengua es matar una cultura, y eso no debemos permitirlo.